Mochila de emergencias
Consejos y recomendaciones
10 consejos esenciales ante cualquier situación de emergencia
Ante una emergencia, lo más importante es estar preparado con calma y criterio. No se trata de prever lo imprevisible, sino de tener unas pautas básicas claras que te permitan actuar con rapidez y seguridad. Aquí tienes 10 recomendaciones clave para afrontar cualquier situación.
La primera reacción natural suele ser el miedo o la confusión, pero es crucial respirar hondo, observar y pensar antes de actuar. La calma es la mejor aliada para protegerte a ti y a los que te rodean.
Asegúrate de que todos los miembros de tu hogar sepan qué hacer en diferentes escenarios: dónde reunirse si se separan, a quién llamar, qué ruta seguir para salir de casa o del barrio. Haz simulacros de vez en cuando.
Tener preparada una mochila con los elementos básicos para 72 horas (luz, higiene, documentación, cargadores, abrigo…) te permite salir con rapidez o pasar un corte de suministros sin improvisar. Recuerda revisar su contenido cada 6 meses.
Ten copias de DNI, pasaporte, tarjeta sanitaria, pólizas, medicación habitual o certificados médicos guardados en una funda impermeable. También puedes llevar copias digitales protegidas con contraseña en tu móvil o nube.
En una emergencia, evita los bulos y rumores. Sigue siempre los canales de Protección Civil, tu ayuntamiento o emisoras oficiales. Una radio con pilas o batería te mantendrá al día si no hay cobertura.
Saber actuar ante una herida, quemadura o desmayo puede ser vital mientras llegan los servicios de emergencia. Hay cursos presenciales y online muy accesibles para toda la población.
Infórmate de los riesgos más probables en tu zona: incendios, lluvias torrenciales, fallos eléctricos, terremotos… Saber qué podría pasar te ayuda a prepararte mejor y a reducir riesgos.
Solo llama al 112 si es necesario. Si estás bien, informa de tu situación a familiares y evita colapsar los servicios que están ayudando a quienes más lo necesitan.
Una linterna, batería externa, agua, abrigo, silbato o una manta térmica pueden marcar la diferencia si te ves sorprendido fuera de casa. No ocupa mucho espacio y puede salvarte de un apuro.
Asegúrate de que mayores, niños o personas con movilidad reducida también tienen su plan y su mochila adaptada. Piensa en sus necesidades específicas (medicación, alimentación, movilidad) y actúa con previsión.